miércoles, 9 de septiembre de 2009

La Ilusión Salvadoreña

El triunfo del FMNL devolvió la esperanza a un país enquistado por las actuaciones del Gobierno de ARENA durante 20 años


El mandatario electo de El Salvador, Mauricio Funes, tiene en sus manos lo que muchos llaman ya “la ilusión del cambio”. El FMNL (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), heredero de la guerrilla izquierdista que firmó la paz con el gobierno en 1992, ha soportado una espera de 20 años en la oposición, hasta conseguir llegar al poder. Durante todo ese tiempo los espacios de poder gubernamentales en El Salvador, se han visto manejados por diferentes intereses políticos, militares y de capital. Por otro lado, desde la población se vivieron verdaderas dificultades de acceso al nuevo partido, y como consecuencia de esto, las elecciones que se celebraron durante los años de gobierno de ARENA (Alianza Republicana Nacionalista) recibieron una asistencia que nunca superó el 50 por ciento, en ninguna de las cuatro elecciones presidenciales que se celebraron en ese período.

Ahora ha llegado su momento. El FMNL ha ganado las legislativas y Mauricio Funes representa el gran reto de cambiar el rumbo del país a partir del próximo 1 de junio. Grandes expectativas con las que deberá cumplir este periodista y político salvadoreño de cincuenta años, ex guerrillero del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, quien el pasado domingo 15 de marzo ya dio el primer paso para el cambio, derrotar a Rodrigo Ávila, candidato de la derechista coalición ARENA. Cabe decir que lo más difícil por conseguir está por llegar; la victoria de Funes en El Salvador llega en un contexto de recesión global, y por otro lado, pese a la mayoría relativa conseguida en en las legislativas de enero, posiblemente se verán encaminados a la relación con la opositora ARENA en el Congreso, por lo que el presidente electo no lo va a tener nada fácil.

A pesar de las dificultades, la sociedad salvadoreña tiene esperanzas de futuro. Mauricio Funes antes de conocer la victoria en las presidenciales expresó “Ofrezco un agradecimiento a los que vencieron el miedo, escogieron el camino del cambio y la esperanza, que se entregaron con el pecho abierto a la lucha democrática de un nuevo El Salvador”. Tal y como dijera a lo largo de la campaña previa a las elecciones, Funes trabajará por la defensa de las libertades de los salvadoreños y por una gestión más controlada y transparente.

La visión de la ciudadanía de este modo, es que con la victoria de Funes el pueblo también ha ganado algo, la posibilidad de comenzar un nuevo período democrático, donde la alternancia gubernamental sea una realidad. Esta es la ilusión de los salvadoreños. E ilusión es para ellos también, las palabras de Funes en su promesa por honrar al azobispo Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 y quien fue considerado “la voz de los sin voz”. 

Funes ha prometido que dedicará su mandato a trabajar por los pobres y vulnerables, para honrar al arzobispo, quien murió a manos de los escuadrones de la muerte. A pesar de ello, está en sus manos ver cumplidas estas palabras, o que simplemente se las lleve el viento. Aún así el sueño de Monseñor se cumplió, el pueblo se liberó al fin de la represión; y su mensaje sigue vivo en las mentes de los salvadoreños, que mantienen la esperanza de comenzar un camino hacia una sociedad justa y en paz.

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