Reportaje: El guardián del juego limpio

Juan Antonio Samaranch personifica la lucha contra el dopaje desde 1980

El mundo del deporte se ha convertido en los últimos tiempos en el fenómeno social más importante del mundo global donde vivimos. Su influencia cultural y económica se expande a cada rincón del mundo, además de movilizar y reunir las mayores audiencias de la historia de los medios de comunicación.

En España gozamos de un gran momento en cuanto a triunfos de deportistas se refiere. Fútbol, baloncesto, ciclismo, voleibol, balonmano, tenis, natación... Una campaña de éxitos que aporta a los deportistas españoles una nueva y gran responsabilidad. Con el paso de los años, el deporte español se ha convertido en un vivo ejemplo del “citius, altius, fortius” o lo que es lo mismo, la necesidad social de medirse con los demás, de encontrar nuestra identidad en la sociedad y de alcanzar una plenitud social, descripción del espíritu olímpico, que a día de hoy parece haberse apoderado del deporte español.

Muchos factores han intervenido en este hecho, desde la emigración internacional de algunos de nuestros mejores deportistas y el apoyo a éstos de las organizaciones españolas o extranjeras que se han fundado a lo largo de los últimos años, hasta la creación de una fantástica infraestructura deportiva, que sitúa a España a la cabeza de países occidentales en términos deportivos. Las competiciones internacionales organizadas por las federaciones y los JJ.OO. de Barcelona 92', se consagraron como el marco adecuado para demostrar el propio potencial y de la misma manera aportar un gran prestigio internacional del deporte español.

Pero por delante de todos estos factores, la creación de la cultura deportiva de la que disfrutamos hoy en día en nuestro país, no habría sido posible sin la aportación profesional y personal de personas como Juan Antonio Samaranch. Si buscamos un español universal en el mundo del deporte, sin duda es él. Su aportación a un escenario mundial como son los Juegos Olímpicos se traduce a toda una vida dedicada a los valores más tradicionales del Olimpismo, entre ellos la cultura, el arte y la educación deportiva, el encuentro entre los pueblos, la protección del medio ambiente, el apoyo a la mujer deportista y muchos otros aspectos de la política olímpica. Aunque podemos destacar uno de ellos por encima de todos, un problema contra el que aún hoy en día lucha desde el Comité Olímpico Internacional al que pertenece, ya no como Presidente pero sí como miembro honorario del Comité Español: La salud del deportista y la lucha contra el dopaje.

Tal y como explica en sus Memorias Olímpicas “El dopaje atenta contra la propia esencia del deporte y contra el espíritu que nuestros antepasados consideraban un ideal sagrado”. Por ello Samaranch luchó contra este problema desde que fue elegido Presidente del COI en 1980 y hasta 2001, veintiún años de “era Samaranch”, contra lo que él llamó “el cáncer del deporte”.

La Comisión Médica del COI prosigue en el día de hoy su lucha contra esta epidemia. Samaranch ha luchado constantemente para la adaptación del COI a las condiciones siempre cambiantes del dopaje. Establecer la lista de sustancias y métodos prohibidos, obligar a los participantes de los Juegos a someterse a controles y exámenes médicos, prever las sanciones en caso de violación del código, etc. Samaranch hizo de esta misión, la batalla del COI por la ética deportiva.

Según el Comité Olímpico Español, los medios de detección se han ido perfeccionando, aunque también de la misma manera se han ido estableciendo nuevas trampas de cariz científico, que provocan artificialmente reacciones fisiológicas naturales, intentando enmascarar de esta manera las manipulaciones ante las pruebas a las que se someten los deportistas.

Es destacable comentar, que el COE expresa cómo en muchas ocasiones el deportista ni siquiera se entera de todo el proceso. Para algunos organizadores y entrenadores de grandes atletas, el deseo de vencer cueste lo que cueste, es el fin que justifica los medios. Por ello en muchas ocasiones se induce a los responsables de estos deportistas a recurrir a métodos ilegales, para que obtengan una ventaja sobre los otros competidores, que les acerque algo más a la victoria.

El empeño de Juan Antonio Samaranch y el interés del COI de perseguir hasta el final esta plaga, se demostró en las diez ediciones de los Juegos Olímpicos que presidió el catalán. Durante los años de su mandato se intensificó la persecución y se multiplicó por cuatro el número de deportistas que fueron sometidos a pruebas. En cada edición de estos Juegos, han aparecido deportistas que han dado positivo, por ejemplo 12 casos en Los Ángeles, 10 en Seúl y 5 casos en Barcelona.

Para Samaranch, el problema del dopaje, que ha ido avanzando paralelamente al Olimpismo y al deporte de élite en general, tiene su solución en la pedagogía deportiva. Instruir a los protagonistas del deporte en las bases del Olimpismo y los valores que transmiten, y en los peligros del dopaje, es la base para que la situación empiece a cambiar. Este empeño por parte de Samaranch ha dado sus frutos en el COE, que no deja de impartir seminarios en los que el tema de dopaje tiene siempre un lugar especial, como las Jornadas Médicas 2009 que se celebrarán en el mes de septiembre de este año. Julio César Legido y Rosario Ureña, miembros de la Comisión Médica del COE, tratarán junto a otros especialistas diferentes cuestiones, como el estado actual de la detección del EPO, la aplicación de la Normativa Española en materia de dopaje o la conferencia sobre el “dopaje genético”. Para el Comité Olímpico Español es importante que algunos deportistas también se hayan unido a la causa, como por ejemplo el futbolista Enrique González Ruano o la atleta Rosa Vidal, quienes también participarán el día 19 de septiembre en una mesa redonda sobre el dopaje, lo que demuestra el interés por parte de los deportistas españoles en el reconocimiento social del juego limpio en el deporte español.

Este es el sueño de la mayoría de deportistas españoles, la competición sana, en la que tanto unos como otros compitan por el triunfo de manera legal. A pesar de ello, algunos deportistas afirman que los controles que se llevan a cabo hoy en día podrían mejorar, como Sonia Vela, Campeona de España y actual campeona de Cataluña de twirling baton (gimnasia rítmica y deportiva con bastón) quien declara que los controles antidopping se realizan al azar, incluso en los campeonatos a nivel mundial: “éste sería uno de los aspectos a mejorar, quizás si se realizaran más controles por país, o hubiera algún tipo de procedimiento para la selección de deportistas a los que realizar las pruebas, el resultado sería más positivo”.

Actualmente, los deportistas firman una serie de contratos y documentos que les hacen responsables de los resultados de estas pruebas, ya que “el atleta es informado de todas las sustancias prohibidas antes de cada campeonato, y también de aquellos medicamentos que sí pueden utilizar en caso de alguna enfermedad” nos informa Sonia Vela. Aunque los controles son cada vez más estrictos, aún hay mucho trabajo por hacer, pero tal y como nos cuenta la campeona de twirling Sonia Vela “todos los que dedicamos nuestra vida al deporte respetamos el trabajo de personas como Juan Antonio Samaranch, que nos han hecho evolucionar hacia el buen camino en aspectos tan importantes como la lucha contra el dopaje”.

Juan Antonio Samaranch, miembro español del COI declara que la candidatura a los Juegos Olímpicos de Madrid 2016 son “una oportunidad maravillosa de manifestar al deporte mundial que España es un país en el que se lucha muy en serio y con todas las fuerzas contra el dopaje”. Además, congresos como la Conferencia Mundial Antidopaje que se celebró en Madrid, señalan la capacidad organizativa del país y los valores por los que lucha el deporte español. Dicho esto, nos queda confiar en las nuevas generaciones del deporte, que llegan con aire fresco, tratando de huir del pasado, y dando apoyo a todos los que aún piensan que no sólo con dopaje se puede lograr la victoria. Se puede ganar limpio, y ellos trataran de demostrarlo.